INNOVACIÓN Y START-UPS. ¿NOS FALTA TALENTO EN ESPAÑA?

Ayer tuve una pequeña conversación en twitter, con un inversor de start-ups, un Business Angel. Una de sus quejas me pareció sorprendente:

“Está cada vez más claro, que el verdadero cuello de botella para las startups en España es el talento, no el capital”.

Le comenté que en mi experiencia había visto que el talento en España es exactamente igual que en el resto del mundo.

Otra cosa es nuestra formación, desde la escuela hasta la universidad, nuestra metodología para emprender y nuestra cultura de emprendimiento e innovación. Ahí está la diferencia.

El inversor respondió:

“Si, el talento puede estar ahí. El problema es la preparación, la formación de calidad.
Y eso se refleja en la calidad de los proyectos y en su gestión.
Lo que quiero decir, es que el capital disponible crece a un ritmo mucho, mucho más fuerte que el número de personas bien formadas”.

  • 6 de cada 10 personas en EEUU trabajan por su cuenta.
  • En Europa la media es 4 de cada 10 personas.
  • En España… 3 de cada 100 personas.

¿Por qué tal distancia en las cifras?

Hace 15 años estudié durante un año en una Universidad de Suecia. Uno de los cursos que elegí se llamaba: “entrepeneurship” (emprendimiento)

Cuando vi esta palabra, esta asignatura, no entendí ni lo que era. En mi universidad española no había nada parecido.

Al buscarla en el diccionario me di cuenta que parecía interesante y sin duda la elegí:

Emprender: “Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”.

No es casualidad o “talento” que Suecia sea el segundo país más innovador del mundo. Justo por detrás de Suiza. (El tamaño no importa).

Hace no tanto tiempo, Suecia era un país con 5-6 millones de habitantes, donde solo había patatas. (Dicho por ellos)

Tomaron la decisión de “acometer y comenzar una obra…
… de basar su fortaleza competitiva en el conocimiento, la innovación, la internacionalización y para ello pusieron su foco en la educación, en la formación, en la base de lo que es el futuro de cualquier país o región.

Durante aquel año, me di cuenta que el talento de los suecos, y también de alemanes, franceses, americanos era exactamente igual al de los pocos españoles que estábamos allí. La verdad es que los españoles destacaban.
Jordi ganó el premio de ingeniería al resolver de forma sorprendente un reto de ingeniería que les pusieron dentro de la universidad.

La dinámica era completamente diferente a la universidad española:

Debates en clase sobre documentos y casos reales (leídos previamente en tu casa).
El profesor era casi más un facilitador. Empresarios y ejecutivos de multinacionales suecas impartiendo seminarios y contándonos como era su vida.
Proyectos en equipos de 5 personas de diferentes países. Presentaciones de los resultados a toda la clase.
Nada de libros de texto por asignatura. Este es el tema, ve a la biblioteca, búscate la vida con la bibliografía que consideres.

El foco de su incentivo estaba en el trabajo en equipo y la “creación de cosas interesantes”, de proyectos. Te calificaban por esto, si hacías esto bien, aprobabas el curso.

El incentivo en España desde bien temprano está en el examen final. Quien más estudie en la soledad de su habitación más probabilidad de aprobar el examen. Ufff…muy diferente.

El mundo real de los negocios, del emprendimiento y de la innovación para competir tiene que ver con la formación sueca, no con la española.

Para resolver un problema debes dirigirte a sus causas.

Y una de las causas está en la base. La educación de los futuros profesionales, empresarios. La cultura de la iniciativa, del emprendimiento y la innovación comienza en la escuela, pasa por la universidad y llega a las empresas.

El problema es que necesitamos cambiar rápido, lo que haya que cambiar. La velocidad de los cambios es una nueva regla en el mundo actual. No podemos tardar mucho. Y lo público va lento, muy lento.

La velocidad exige flexibilidad, algo que la universidad no tiene, con unos estatutos anclados en la edad media. ¿Cómo es posible que no tengamos ni una universidad dentro de las 100 mejores universidades del mundo?.

Cómo es posible qué las nuevas herramientas y metodologías de emprendimiento e innovación propias para tiempos de velocidad, inestabilidad y competencia agresiva no estén ya presentes desde la base?.

¿Qué pensáis?, ¿es una cuestión de falta de talento en España?.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


*